sábado, 18 de febrero de 2012

los guardianes del conocimiento

Según los andinos - dice Juan -, el miedo o el dolor (las emociones) son sólo síntomas de que uno está en contacto con la hucha.(energía pesada).








Son los síntomas de nuestra acumulación de energía pesada los que se manifiestan de maneras que tendemos a considerar negativas. Cuando no nos encontramos n nuestro mejor momento de energía, tampoco solemos disfrutar de una sensación plena de bienestar físico, mental o afectivo. Un exceso de hucha en el pocpo (la burbuja energética que rodea e impregna nuestro cuerpo físico) puede reflejar asimismo un desequilibrio en nuestra relación con el mundo natural de la energía viva, es decir, que nos hemos apartado del flujo libre de energías y de nuestro lugar a la Gran Red del Ser. En términos psicológicos, cabría considerar la hucha la acumulación en nuestro cuerpo energético de todo lo que no nos sirve: actitudes negativas, falsedad, incapacidad para amar, conductas autodestructivas o perjudiciales, una mala imagen de uno mismo, etc. Si una persona siente malestar por alguna de estas razones, es probable que esté en contacto con una energía pesada. No obstante, la pesadez depende de cada individuo, del estado de su pocpo, del poder energético que tiene a su disposición y de lo bien que pueda "mover el causay". La pesadez indica una incompatibilidad entre la energía personal y la energía externa. "Según los andinos - dice Juan -, el miedo o el dolor (las emociones) son sólo síntomas de que uno está en contacto con la hucha.(energía pesada). El miedo, por ejemplo, es señal de que se está en contacto con algo que le resulta pesado. Los tipos incompatibles de energía resultan pesados. Pero la pesadez es algo relativo. Lo que a ti te puede parecer pesado a mi puede no parecérmelo".
Desde el punto de vista de los andinos, el hecho de comprender que la energía pesada no es lo mismo que la negatividad, resulta fundamental, dado que es imprescindible cambiar de percepción para vivir de forma plena y consciente, y con una actitud abierta y receptiva, probablemente la única forma de actuar es protegerse. Si uno adopta esta postura se cierra y corre el riesgo de que su cuerpo energético se convierta en una "cárcel energética". Según los andinos, no suele se beneficioso renunciar a un intercambio con el causay pacha. Cuando uno considera pesada una energía, no hay por qué protegerse de nada. Basta con reconocer que la energía es incompatible, la conciencia de esta incompatibilidad nos permite entonces actuar para transformar la energía, para aligerarla de forma que se vuelva compatible o no nos afecta. La hucha no presenta peligro alguno y no hay necesidad de dejarse llevar por el impulso de protegerse y cerrar el cuerpo energético, ni siquiera si es tan fuerte que uno se siente incapaz de hacerle frente. Juan compara la hucha con una piedra en un jardín. Si cuando intentamos moverla la piedra pesa tanto que no podemos levantarla, lo único que cabe hacer el dejarla donde está hasta que tengamos más fuerza. Pero la piedra por si sola no tiene capacidad para hacernos daño.
(Del capitulo Energía pesada y energía ligera del libro Los Guardianes del Conocimiento, de Joan Parisi Wilcox)

No hay comentarios:

Publicar un comentario

_