Poderes curativos del Tai Chi
Los beneficios de la práctica del Tai Chi para el cuerpo y la mente son conocidos en China desde hace siglos, donde ha sido empleado para el tratamiento de todo tipo de desordenes físicos y psíquicos.
El Tai Chi contribuye a mantener el buen estado general, preservando al cuerpo y a la mente de una gran variedad de trastornos.
Se han descrito las ventajas de su práctica en dolencias tales como: jaquecas, asma, hipertensión, problemas cardiovasculares, molestias menstruales, depresión, estrés y en general para combatir todo tipo de dolores.
El estrés es el causante de innumerables patologías que nos aquejan en la actualidad. Uno de los síntomas más habituales es el dolor de cuello, por contractura muscular, resistente a todo tipo de tratamiento, ya sea fisioterapéutico o farmacológico.
La práctica de Tai Chi permite lograr el equilibrio entre fortalecimiento y relajación. La coordinación de movimientos lentos hace que se desarrolle la resistencia, más que la fuerza, lo que se traduce a nivel físico y psíquico, en un aumento de la resistencia muscular y emocional.
Los dolores de espalda que aquejan a tantas personas, hoy en día, desaparecen a partir del mejoramiento de la postura y la relajación de la columna, cuyo aprendizaje es básico en la enseñanza del Tai Chi.
Además, su práctica permite trabajar la elasticidad y el fortalecimiento de las articulaciones, previniendo el anquilosamiento y degeneración de las mismas, causante de enfermedades como el reuma, la artrosis y la artritis.
La práctica regular del Tai Chi, por otra parte, aumenta la capacidad cardiovascular, al incrementar la cantidad de oxígeno que se es capaz de consumir.
Se han descrito las ventajas de su práctica en dolencias tales como: jaquecas, asma, hipertensión, problemas cardiovasculares, molestias menstruales, depresión, estrés y en general para combatir todo tipo de dolores.
El estrés es el causante de innumerables patologías que nos aquejan en la actualidad. Uno de los síntomas más habituales es el dolor de cuello, por contractura muscular, resistente a todo tipo de tratamiento, ya sea fisioterapéutico o farmacológico.
La práctica de Tai Chi permite lograr el equilibrio entre fortalecimiento y relajación. La coordinación de movimientos lentos hace que se desarrolle la resistencia, más que la fuerza, lo que se traduce a nivel físico y psíquico, en un aumento de la resistencia muscular y emocional.
Los dolores de espalda que aquejan a tantas personas, hoy en día, desaparecen a partir del mejoramiento de la postura y la relajación de la columna, cuyo aprendizaje es básico en la enseñanza del Tai Chi.
Además, su práctica permite trabajar la elasticidad y el fortalecimiento de las articulaciones, previniendo el anquilosamiento y degeneración de las mismas, causante de enfermedades como el reuma, la artrosis y la artritis.
La práctica regular del Tai Chi, por otra parte, aumenta la capacidad cardiovascular, al incrementar la cantidad de oxígeno que se es capaz de consumir.
tomado de www.innatia.com
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